Tulum

Tulum tiene 7 km cuadrados. Está rodeada en tres de sus lados por una muralla  de piedra  de 6 m de alto. El lado oriente está abierto al mar.

Tulum fue escogida por los mayas como ciudad por 3 elementos:

                    Agua dulce de los cenotes:

Posición estratégica al lado del mar:

Altura para la creación de un observatorio para el estudio de la astronomía y astrología:

Casa del Halach Uinic: Significa hombre verdadero, término para designar a los reyes.La fachada estaba decorada con esculturas de estuco, actualmente se conserva una escultura sobre la puerta central que representa el Dios descendente (dios de especial relevancia en Cobá y Tulum) con las piernas en el cielo y lo brazos en el suelo (viene desde los cielos a la tierra). Tiene forma de abeja, ya que la miel era un producto importantísimo en la cultura maya, y Tulum fue una importante productora de miel y cera, utilizadas como alimento, velas, y como pegamento en las construcciones.

Templos miniatura:
Los mayas no rezaban, meditaban: meditación extrasensorial.

Estos pequeños adoratorios son sitios sagrados para el desarrollo de rituales y celebración de ofrendas.

Templo de las pinturas:

Este edicificio tuvo una vital función social y religiosa. Se erige en el centro de Tulum. Fue construído en varias épocas. Sobre los muros del templo más antiguo de este monumento se conserva la pintura que decoraba por completo el recinto. Predominan el azul y rojo, y se representan diversas deidades Chaac (dios de la lluvia) o Ix chel (diosa de la fertilidad).

En la fachada principal, a cada extremo hay una representación del dios descendente, en un lado su cara bondadosa, al otro su cara perversa.

El castillo:
Mide 12 m de altura. Es la edificación más alta y espectacular de Tulum. Se levanta sobre el borde del acantilado por lo que es visible con facilidad desde el mar.Fue construído en varias etapas. Uno de los lados funcionaba como faro.

Curiosidad final: los mayas de Tulum creían que el Dios del Sol cambiaba las estaciones, por lo que dos veces al año, en los quinocios, 21 de marzo y de septiembre, cuando el sol llenaba las paredes de uno de los templos de Tulum, se hacía un sacrificio humano como respuesta al cambio de estación. Se cortaba la cabeza de un hombre, y agarrando la cabeza por la melena, se dejaba gotear la sangre en una hoja, posteriormente se quemaba la sangre y el corazón del hombre en la hoguera. De esta forma el dios sol podía beber y comer en la tierra después de cambiar las estaciones, y volver a los cielos.

Da.